Tal vez la mayoría de personas aún ignoran el gran valor
artístico que los videojuegos han tenido desde el resurgimiento de la industria
a mediados de los años 80’s, cuando un cambio radical en su esencia, por
decirlo de algún modo, les permitió ser algo más que un simple pasatiempo en el
que tan solo conseguías el máximo puntaje posible, compitiendo con tus amigos o
destronando al más viciado jugador del lugar. Partiendo desde el mítico Super
Mario Bros., de Nintendo (1985) los videojuegos ya te contaban una historia y
te ponían a ti en los zapatos del héroe de turno, consiguiendo de esta manera
el que te sumergieras de una forma semejante a como cuando lees una novela
fantástica pero con la sensación de que eras tú el que definía los hechos y
desde luego, el final que hasta hace cierta época tendía a ser siempre feliz,
mostrándote cómo el bien vencía al mal y la paz retornaba a tal reino, planeta
o el escenario que fuera donde se desarrollaran los hechos. Pero a medida que
fue pasando el tiempo, muchas otras sagas tanto de la Gran N como de otras
compañías ya empezaban a mostrar una complejidad argumental más desarrollada y
meticulosa que hasta parecían ser novelas jugables donde era el propio jugador
quien podía descubrir cómo se desarrollaban los hechos, involucrándose tanto
con cada uno de las ambientaciones, como con los personajes mismos si bien sus diálogos
no eran muy abundantes (a excepción de las aventuras gráficas donde es el caso
contrario), pues como dice el dicho: una imagen vale más que mil palabras.
Pero por el otro lado, contamos con vídeojuegos inspirados
en grandes obras de la literatura global que abarca géneros tales como la
fantasía, la ciencia ficción, el terror, entre otros consiguiendo una atmósfera
única en su especie y llevándonos incluso a verlas desde una perspectiva
siniestra y hasta incluso, grotesca. Si bien, muchas de estas adaptaciones nos
presentan una visión más torcida de la obra original, otras adaptaciones
respetan la fidelidad de la novela en la que se basaron. Esto puede demostrar
el gran poder que ejerce la literatura sobre la creatividad e ingenio del ser
humano. Por esta razón, me gustaría citar algunos juegos inspirados en
literatura, como otros que nada tienen que ver con libros, pero que aún así,
nos sumergen en fantásticas historias:
Metroid (Nintendo, 1986):
Esta serie
compuesta actualmente de nueve títulos nos da a conocer la compleja historia de
la caza-recompensas Samus Aran: una misteriosa mujer, de armas tomar, que con
la ayuda de su traje de batalla, el Power
Suit, ha enfrentado a numerosas amenazas procedentes de numerosos rincones
del espacio profundo entre ellas a los Metroids:
criaturas potencialmente peligrosas ya que se alimentan de la energía vital de
sus víctimas hasta matarlas y que en ciertas condiciones ambientales mutan su
cuerpo en diversas formas abominables. Lo que hace muy llamativa a esta saga de
corte futurista y ciencia ficción, es su enfoque maduro y oscuro.
Dado a sus
referencias a las películas de Alien, se cree que la mitología de Metroid está inspirada en las películas
del cineasta británico Ridley Scott; incluso uno de los villanos más notables
de esta saga fue bautizado en alusión a este exponente del séptimo arte:
Ridley, una criatura alienígena con forma de pterodáctilo. En cuanto a Samus Aran, ella es fácilmente comparada con
la teniente Ellen Ripley dado a su valentía y al hecho de que ambas son la
primera protagonista femenina en dos medios de entretenimiento distintos donde
solían ser siempre los hombres los que figuraban como héroes. Lo que también
puede resultar interesante sobre la mitología de Metroid es la existencia de una antiquísima civilización
extraterrestre conocida como los Chozo:
seres humanoides con aspecto de pájaro poseedores de unos conocimientos
científicos bastante avanzados que guardan algunos parecidos razonables con
seres de la mitología egipcia. Metroid
siempre se ha caracterizado por poseer una música generalmente ambiental que en
determinados momentos, puede llegar a ser escalofriante y dado a la soledad de
nuestra heroína, la sensación de desolación es bastante alta a pesar de que
nunca ha sido una saga de terror cósmico estilo Lovecraft.
Castlevania (Konami, 1986):
Inspirada
en el famoso vampiro del escritor irlandés Bram Stoker, Castlevania es una
historia generacional de una dinastía de cazadores de vampiros, los Belmont
quienes cada cierto tiempo (normalmente cien años) deben adentrarse en los
dominios malditos del conde Drácula a fin de destruirlo y evitar que sus acciones
causen estragos al mundo; la guerra contra Drácula abarca un período de
aproximadamente mil años, desde la Edad Media (año 1094) hasta el año 2036 donde
se desarrollan los dos últimos capítulos de la saga. Estando en los dominios
del conde, recorreremos numerosos parajes que abarcan desde barcos fantasma,
catacumbas, laboratorios de alquimia y muchos otros, propios de una
ambientación embrujada donde nos las veremos con cantidades de fantasmas y
demonios, típico de una novela gótica.
En su bestiario hay también referencias
a Lovecraft y Carmilla, personaje del
también autor irlandés Joseph Sheridan LeFanu y quien de hecho, fue el vampiro
que precedió al de Stoker pese a no gozar de un reconocimiento más notable como
exponente del mito. El pasado 26 de septiembre de 2016, Castlevania cumplió 30 años de existencia y a pesar de estar abandonada en la actualidad, muchos fanáticos aún la recuerdan y juegan con cariño. Ah, y no nos olvidemos de la adaptación animada hecha para Netflix: simplemente es-tu-pen-da.
Snatcher (Konami, 1988):
Este es un
vídeojuego de aventura con agregado cyberpunk (ambientación futurista y
decadencia social), muy influenciada por películas como Terminator y en
especial Blade Runner (esta última basada en la novela de Phillip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?)
En esta historia se nos cuenta que en el año 1991 un arma química llamada Lucipher-Alpha desarrollada en la
ficticia región de Chernoton (Unión Soviética) es lanzada a la atmósfera,
ocasionando la muerte de un 80% de la población euroasiática.
La zona afectada
por esta arma se vuelve inhabitable por espacio de una década, hasta que dicha
sustancia consigue mutar en una cepa no peligrosa para toda forma de vida.
Tiempo después, este incidente se conoció como ‘’La catástrofe’’. Cincuenta
años más tarde, en la isla flotante de Neo Kobe City empiezan a aparecer unas
misteriosas formas de vida artificial conocidas como snatchers quienes se dedican
a asesinar personas y a suplantar su identidad para mezclarse entre la
sociedad. Debido a que se desconoce su verdadera procedencia, el investigador y
miembro de la fuerza anti-snatcher JUNKER,
Gillian Seed se embarca en una peligrosa misión en la que deberá desvelar el
misterio de estos seres y las posibles conexiones que tiene con ellos.
American McGee’s Alice (Rogue Entertainment,
2000):
Basada en el universo literario de Lewis Caroll este título y su
secuela nos muestran a una Alicia mentalmente inestable y perturbada por una
tragedia en la que acaba perdiendo a su familia siendo después internada en un
manicomio por sus reiterados intentos de suicidio. Sin embargo esto es poco con
relación a la verdadera tragedia en el que el País de las Maravillas ha caído
bajo la dictadura de la Reina de Corazones donde todo ha sufrido una serie de
transformaciones ciertamente terroríficas. Ahora Alicia actúa como una anti
heroína matando a todo aquel que se le interponga a sangre fría.
The Legend of Zelda (Nintendo, 1986):
Esta
es una saga de fantasía épica bastante querida por sus ambientaciones de
ensueño y cronología enrevesada en la que todos sus episodios se han
desarrollado en distintas épocas del tiempo a pesar de que sus dos personajes
estrella Link y la Princesa Zelda han tenido diferentes encarnaciones. El
nombre de Zelda fue tomado de la esposa del escritor Scott Fitzgerald, autor de
El gran Gatsby (1925) entre otras
obras notables de la literatura estadounidense y esto era debido a que su
principal creador, Shigeru Miyamoto (padre del Super Mario) tenía la intención
de que el primer juego de esta longeva saga fuese vendido como una novela
complementaria a los eventos que ocurrían durante la partida, adicional a lo imponente
y distinguido que sonaba para él el nombre de esta escritora.
The Legend of Zelda goza de una
mitología bastante sólida que bien puede recordar a otras obras cumbre de la
fantasía como El Señor de los Anillos,
de J.R.R. Tolkien ya que se desarrolla en un mundo totalmente fantástico
habitado por variedad de razas y de seres místicos muy poderosos, sin dejar de
lado a los seres malvados como el caso del antagonista Ganondorf, quien puede
ser considerado como la contraparte de Sauron ya que ambos, destacables
guerreros, desean hacerse con una poderosa reliquia con la cual tener el
dominio absoluto del mundo. Mientras el uno busca por toda la Tierra Media el
anillo de poder, el otro busca el Triforce: un emblema que en representación
del poder de las tres diosas creadoras de Hyrule, está compuesto de tres
triángulos dorados con la capacidad de realizar los deseos de quien se apodere
de ella sin importar qué tan buen o mal corazón tenga aquel que la toque. A
través de cada una de sus entregas es fácil advertir los constantes cambios en
la geografía del reino de Hyrule: escenario principal de la saga.
I have no mouth and must scream
(Cyberdreams, 1995):
No tengo
boca y debo gritar es también un cuento de ciencia ficción del autor
estadounidense Harlan Ellison publicada originalmente en 1967 que cuenta la
historia de AM (de la frase: I think, therefore, I am) una computadora militar
que al tomar conciencia de sí misma decide simplemente eliminar a la humanidad
a excepción de cinco personas (cuatro hombres y una mujer) a las que tortura de
incontables maneras solo por vengarse de la humanidad por haberlo creado. Pese
a su argumento interesante, su compleja jugabilidad no le dio el mérito
correspondiente. Se trata de una historia cruel y desesperanzadora en la que es
muy fácil ponerte en el pellejo de sus protagonistas quienes han sufrido las
incansables torturas de AM por 109 años después de ocurrido el holocausto donde
la raza humana fue aniquilada por esta entidad que hace las veces de Dios. A
diferencia del relato original, en el juego tomaremos el rol de los cinco
personajes con los cuales deberemos resolver acertijos a la vez que conocemos
su pasado previo a la catástrofe nuclear provocada por AM.
Chrono Trigger (Square, 1995):
Este videojuego es la combinación
perfecta entre la fantasía medieval y la ciencia ficción y un clásico por
excelencia. Tomamos el control de Crono: un chico enérgico y de espíritu
aventurero procedente del ficticio reino de Guardia del año 1.000 d.C. quien
junto a sus amigas Lucca (una joven prodigio de la ciencia) y Marle (rebelde y
osada) acabarán accidentalmente viajando a través del tiempo a distintas épocas
del mundo: al Reino de Guardia del año 600 d.C., al año 2300 d.C., al
65’000.000 a.C. y al 12.000 a.C.
En medio de sus viajes se enterarán de una
terrible amenaza cuyas acciones fueron la razón por la que el futuro es una
época de miseria y devastación donde los últimos seres humanos viven hacinados
en ruinas donde poco o nada tienen para comer, así es que se proponen a todo
costo acabar con la infame criatura responsable de dicha catástrofe.
Phoenix Wright – Ace
Attorney (Capcom, 2001):
Esta es una popular saga en la que tomamos el
rol del abogado novato Phoenix Wright y es nuestro deber ayudarle a resolver
los distintos casos que se presentan a lo largo del juego. Contamos con
numerosas opciones entre las que figuran el uso de evidencias durante el juicio
y podemos además repasar las declaraciones de los testigos para hallar cabos
sueltos que nos permitan refutar sus relatos de los hechos. La saga además de
tener momentos dramáticos cuenta
con un poco de alivio cómico y con una
variedad de personajes carismáticos. Se caracteriza por estar más apegada al
estilo de las clásicas aventuras conversacionales solo que con la inclusión de
imágenes estilo anime y música de fondo.
Tras estos ejemplos de juegos, podemos concluir que ha habido una evolución muy notable en este tipo de productos que cada día son más preciados tanto por los más novatos, como los más veteranos dentro del fandom, si así podemos llamar de manera generalizada a este grupo de consumidores entre los que yo me incluyo. No es de extrañar que en algunos casos, se abusan de elementos tales como cinemáticas o diálogos, lo cual puede irritar al jugador, quien espera mucha más acción. Pero estos cambios aportan a que los vídeojuegos vayan mucho más allá de ser un simple machacabotones en donde prima la acumulación de puntajes altos, lo cual, acaba cansando.